Noviembre 23rd, 2017 by Diego Marrero
Hace varios meses nuestro mercado de capitales sufrió un episodio de gran estrés cuando estuvo a punto de que el MSCI deje de considerar a la bolsa peruana (BVL) como un mercado emergente y que lo reclasifique en tercera división como mercado frontera. La principal razón fue la baja liquidez, medida por el volumen de negociación. La noticia preocupó a muchos, y en un esfuerzo público-privado, liderado por la BVL, se puso en marcha un plan de trabajo que apuntaba a incrementar los volúmenes transados para evitar la reclasificación.
Finalmente, la BVL no fue reclasificada y la calma volvió a los mercados. Con un fuerte incremento en los volúmenes transados, ya respiramos más tranquilos, y el riesgo de reclasificación parece muy lejano. Sin embargo, es importante saber que la mejora en los volúmenes transados no se dio por el esfuerzo local, sino principalmente por razones externas. En primer lugar, los volúmenes de negociación han mejorado por un efecto precio, pues desde el año 2016, hasta la fecha, la BVL ha subido casi 90%. Con lo cual asumiendo que el número de acciones negociadas se mantiene, sólo por un efecto precio, el volumen total casi se ha duplicado. En segundo lugar, en los últimos meses ha habido un apetito muy fuerte por parte de los inversionistas globales hacia mercados emergentes en general, con lo cual los fondos han venido en una ola que benefició también a la BVL.
Lo que preocupa es que, de cambiar esta tendencia global, la BVL podría volver a estar casi igual de vulnerable que cuando estuvo al borde de la reclasificación, al no haberse implementado ninguna reforma relevante que pueda cambiar esa tendencia.
Resulta urgente y altamente importante mejorar el gobierno corporativo de las empresas que listan en la BVL. Ello es una gran tarea de largo plazo, en donde se requiere un esfuerzo conjunto del regulador y de los inversionistas quienes tienen que exigir el respeto hacia el accionista minoritario. Tendría que existir una penalización hacia las empresas que no tengan buenas prácticas de gobierno corporativo; por el lado del regulador mediante sanciones específicas y por el lado de los inversionistas mediante un mayor activísimo en las juntas de accionistas y también mediante la desinversión en las empresas cuyas prácticas de gobierno corporativo no sean sólidas. En la medida en que los inversionistas minoritarios sientan que tiene los mismos beneficios y derechos, tendrán mayor confianza en regresar a invertir en la BVL.
Por otro lado, es necesario incrementar el número de empresas que listen la BVL, con el fin de diversificar la representatividad de sectores, que actualmente cuenta con una alta participación de acciones mineras. La poca diversificación actual, hace que la BVL no sea representativa de la economía peruana. En este año, las únicas dos empresas peruanas que decidieron listar sus acciones en el mercado, descartaron hacerlo en la BVL y más bien decidieron tratar de hacerlo en la bolsa de New York. Por otro lado, hay empresas peruanas, que han decidido deslistar parte de sus acciones de la BVL, lo cual reduce el número de acciones que podrían negociarse en un futuro.
Es necesario darle mayor profundidad a nuestro mercado de capitales, el cual será pieza fundamental para el desarrollo económico del país. En una coyuntura de mercado como la actual, en donde el apetito global por invertir en mercados emergentes podría ser visto como una oportunidad para las empresas locales de levantar capital en niveles atractivos.
Artículo publicado en El Comercio.

Noviembre 9th, 2017 by Diego Marrero
Durante los últimos años, uno de los principales riesgos que enfrentaban los mercados financieros era la incertidumbre con respecto al crecimiento de China. En el pasado, esta economía crecía a tasas superiores al 10% anual, sobre la base de la inversión y con un gran peso en las exportaciones
La crisis financiera del 2007 golpeó fortísimamente a esta economía, dejando en evidencia su vulnerabilidad a estos eventos. Ante lo sucedido, el Gobierno Chino se embarcó en una serie de reformas para reorientar su crecimiento. En el corto plazo, los esfuerzos se enfocaron en aplicar un estímulo fiscal masivo para reactivar la economía. En tanto que, por el lado fundamental, las reformas se enfocaron en reformular su modelo económico.
Estos esfuerzos incluyeron: la reducción de su dependencia a las exportaciones, la industria pesada y la minería, un mayor énfasis en el desarrollo del sector servicios, la reducción del exceso de capacidad en las industrias manufactureras tradicionales y la búsqueda de atenuar la expansión del crédito y de la inflación de los activos, principalmente del sector inmobiliario.
Estas reformas evidentemente trajeron una desaceleración en la tasa de crecimiento del PBI. Con ello se esperaba que esta economía pasara de crecer a tasas superiores al 10% a una más cercana al 6% de manera progresiva. Siendo la segunda economía más grande del mundo, una desaceleración brusca hubiese sido muy negativa para el crecimiento mundial. Lo bueno es que dicha economía logró una suave convergencia hacia tasas de crecimiento del 6,7% y pasó a ser un gran soporte del crecimiento mundial de los últimos años.
Sin embargo, este cambio de modelo no ha sido del todo exitoso y es el principal riesgo que enfrenta. El alto endeudamiento hace que esta economía sea bastante vulnerable al flujo de capitales y al tipo de cambio. En este sentido, no solo preocupa el crecimiento del ratio deuda/PBI, sino también la actividad de la denominada “banca sombra”, que son los préstamos al sector privado de las entidades no reguladas. Al operar de manera informal es difícil tener una cifra certera de sus créditos, aunque algunos estimados muestran que ha tenido un crecimiento exponencial, que podría significar un riesgo sistémico importante en un eventual estrés financiero. Al mismo tiempo, los esfuerzos del Gobierno por controlar la especulación en el mercado inmobiliario no han cumplido las expectativas.
Hace algunas semanas se llevó a cabo el 19º Congreso del PCC, cuyos resultados fueron bastante positivos para la consolidación del poder en ese país, lo cual podría ayudar a mejorar la implementación de políticas y reformas. Así, de continuar el impulso de estos cambios estructurales, la economía podría pasar a ser más eficiente con una estructura más equilibrada hacia sectores menos dependientes de la deuda, lo que podría ayudar a reducirla y a resolver los riesgos sistémicos de largo plazo. China también tiene el desafío de enfrentar la contaminación ambiental, la desigualdad, la inadecuada prestación de servicios públicos y seguridad social.
Artículo publicado en El Comercio.

Octubre 26th, 2017 by Diego Marrero
Luego de que la tasa de crecimiento de la economía peruana había estado consistentemente por encima de la de los demás países de la región por varios años, en los últimos 3 años esta tasa convergió hacia niveles más modestos. Luego de crecer hace unos años a tasas que llegaron a estar cerca al 9% y en la década hasta 2013, promediaban un 6%; el consenso del pronóstico de consenso para este año está por debajo de 3%.
En los últimos años se vio una secuencia de eventos que quitaron el impulso al crecimiento que se venía dando. En el 2014, menores exportaciones por menores precios de los metales y una caída en la inversión de bienes de capital. Luego en el 2015, se vio cierta recuperación por el inicio de grandes proyectos mineros; sin embargo, los efectos adversos producidos por el Fenómeno del Niño y una menor inversión privada se sintieron; al igual que, una caída más pronunciada de la inversión pública y privada. En el 2016 la inversión privada continúo mostrando caídas que se tradujeron en una caída en sectores como construcción. Finalmente, a inicios de este año, vimos que, los efectos del Fenómeno del Niño, una menor inversión pública y privada, así como menor impulso minero, por una base comparable que ya incluía el incremento de producción minera; llevaron a cifras de crecimiento de 2% entre Enero y Mayo.
Tras este continuo crecimiento lento, se han comenzado a ver cifras de recuperación en sectores claves. Por un lado, se observa que los despachos de cemento nacionales desde junio han mostrado crecimiento, revirtiendo la tendencia negativa en la que estaba; y llegando a tasas de crecimiento de 4% en la última medición. Esto viene de la mano de una inversión pública que en Setiembre creció al 20% y en Octubre cerca al 30%. Así mismo, las exportaciones por mayor producción minera y mejores precios de los commodities llevan aportando un balance comercial que a Setiembre acumula en los últimos 12 meses más de US$ 5mil millones; y debe cerrar el año en un nivel más alto. En esta línea, la inversión minera creció hasta agosto a un ritmo de 4%.
Mirando a los próximos meses y el próximo año, este dinamismo debe afianzarse. En las últimas encuestas de expectativas económicas se ve un repunte en lo que se espera en los próximos meses. Asimismo, la confianza del consumidor se viene afianzando y avance a un terreno de expansión. En paralelo, se espera que la inversión minera se mantenga a un nivel similar al de los últimos o meses, o incluso, se acelera en la medida que las empresas buscan nuevos proyectos. Adicionalmente, el gobierno daría inicio a los planes de reconstrucción de los estragos del Fenómeno del Niño, con un plan por S/.26mil millones, de los cuales se invertirían S/. 7mil millones en el 2018. A esto se le debe sumar que, se esperan inversiones para los Panamericanos y mayor nivel de proyectos a ser licitados, lo que continuará impulsando crecimientos más relevantes en el sector construcción. Estos catalizadores positivos de la actividad afianzarán el nivel de empleo y con ello irán dando mayor espacio al consumo de las familias.
Por estos cambios de tendencia en algunos sectores y los planes de inversión de empresas y gobierno, sumada a una mejora en las expectativas de la economía, se tiene que los analistas esperan en promedio un crecimiento para el 2018 que está en torno al 4%. Este crecimiento, aportaría mejores oportunidades a las familias tras 3 años de un escenario adverso, retroalimentando la recuperación.
Artículo publicado en El Comercio.

Octubre 12th, 2017 by Diego Marrero
Una tendencia secular es una tendencia que lejos de ser cíclica o pasajera, llega para quedarse por un largo periodo de tiempo. Estas tendencias generan cambios importantes en las sociedades y afectan el comportamiento de las personas, haciendo que lo tradicional deje de ser la norma y con ello surgen nuevas costumbres y comportamientos. Estas a su vez pueden cambiar dramáticamente la forma de hacer negocios y por ello es fundamental estar atento a ellas para desarrollar una estrategia de inversión a largo plazo. Ejemplos de tendencias seculares incluyen el envejecimiento de la población (que tiende a tener hábitos de gasto y ahorro diferentes de una población más joven), la expansión de una tecnología en particular (como Internet) y la fuerte dependencia de ciertos productos básicos (como el petróleo).
En el pasado vimos por ejemplo cómo los modelos de negocios de grandes empresas como Kodak o Xerox fueron fuertemente afectados por la tendencia de digitalización que cambio dramáticamente los patrones de consumo y por ende la demanda de productos tradicionales de dichas empresas. Actualmente son varias las tendencias seculares que están empezando desde algunos años atrás a forzar a las empresas a reformular sus modelos de negocios con el surgimiento de los denominados modelos disruptivos, que están causando en algunos la debacle de grandes corporaciones.
Un ejemplo actual es el reacomodo en los modelos de negocios en el sector retail como consecuencia del surgimiento del comercio online. Como consecuencia, las empresas tradicionales tienen que adaptarse para poder sobrevivir, mientras que las que no lo logran, tenderán a desaparecer. Pero al mismo tiempo, esta tendencia genera una serie de oportunidades para empresas que son capaces de tomar ventaja de estas tendencias, como por ejemplo las empresas de servicios logísticos y de transporte. Las nuevas reglas del comercio demandan nuevas formas de almacenar y distribuir los productos que demandan los consumidores.
Por el lado de la tecnología, el surgimiento del “cloud computing” está cambiando la forma como las compañías manejan su información y con ello presentando grandes retos para empresas tradicionales del sector como IBM están sufriendo las consecuencias. Al mismo tiempo, ello está generando el surgimiento de una serie de empresas de tecnología que pueden proveer los nuevos servicios demandados que surgen de esta nueva tendencia.
Junto con el surgimiento de las redes sociales y la tendencia de los consumidores a utilizar dispositivos móviles, también se está transformando la forma como las empresas se comunicación con sus clientes, ello genera el surgimiento de una serie de negocios que están tomando ventaja, como por ejemplo las fintech. Por el lado de la energía, el surgimiento de nuevas tecnologías denominadas “limpias”, así como la tendencia de buscar la eficiencia energética están reformulando la industria petrolera tradicional.
Estos cambios estructurales en la forma como las empresas hacen negocios y los tipos de bienes y servicios que se demandan, han llevado a que empresas que están posicionadas para beneficiarse de estos cambios tengan un rendimiento superior al de empresas que no están ligadas a estos cambios. Esto se debe por dos motivos; primero porque han visto mejores resultados en sus utilidades, relativo al resto del mercado; y en similar forma, porque los prospectos de inversión se han vuelto atractivos y por ello, muchos inversionistas buscan tener una participación en este futuro crecimiento. Por ejemplo, un estudio de AXA Investment Management muestra que las empresas que se benefician con estos cambios han tenido un rendimiento acumulado a 5 años un 31% superior al de empresas que hacen negocios en las áreas de la economía que serán remplazadas. Si creemos que estas tendencias seguirán, esta diferencia en los rendimientos debería ampliarse en los próximos años.
Artículo publicado en El Comercio.

Septiembre 29th, 2017 by Gonzalo Bernal
Los Aportes Voluntarios sin Fin Previsional son una alternativa para que inviertas y hagas crecer tus ahorros. Por eso, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), cambió las reglas para flexibilizar este mecanismo de inversión.
De esta manera, como afiliado podrás ver en esta herramienta, una opción para hacer crecer tus ahorros y tus fondos de pensión.
Como puedes ver en el artículo aportes voluntarios: ¿qué son, para qué sirven y cómo puedo hacerlos, para hacer aportes voluntarios sin fin previsional:
- Debes ser un afiliado a una AFP con más de cinco años aportando a tu fondo.
- Puedes aportar voluntariamente a la AFP que decidas. Es decir no estás obligado a hacer tus aportes en la misma administradora.
Esto es bueno para ti porque tendrás la libertad elegir la AFP que tenga mayor rentabilidad.
Qué puedo hacer con mi aporte voluntario sin fin previsional
- Puedes retirar tu dinero (total o parcialmente) cuando quieras y cuantas veces consideres necesarias (el límite era tres veces al año), para ese viaje soñado, para cambiar de auto o para pagar esa maestría.
- Tener acceso a los nuevos mecanismos virtuales para abrir una cuenta de APV sin fin previsional. Antes debías firmar una serie de documentos.
Además, con estas condiciones establecidas por la SBS, existen otros beneficios de los aportes voluntarios sin fin previsional que marcan la diferencia frente a otras formas de inversión:
- No se establecen plazos mínimos para invertir, las AFP aplican la misma rentabilidad sobre tu fondo.
- No se requieren montos mínimos de inversión. Todos los que cumplen con los requisitos pueden ahorrar a través de este instrumento de inversión.
Recuerda que, cualquier inversión que hagas, debes hacerla informado. Por eso en AFP Habitat nos preocupamos por compartir información acerca de AFP, economía, bolsa, inversiones. Nuestro propósito es que aprendas a administrar tu dinero y lo hagas crecer.
Contamos con el profesionalismo de un equipo de inversión que estudia y sigue los mercados para decidir mejor y hacer crecer tu fondo. En AFP Habitat somos líderes en rentabilidad desde que llegamos a Perú. Por eso, cuando decidas hacer aportes, prioriza quién te ofrece el mayor crecimiento de tu dinero porque así ganarás más y gozarás de una mejor jubilación.

Septiembre 14th, 2017 by Diego Marrero
Es lógico pensar que una subida en el precio de los metales favorece a la empresa que los produce. Por eso, es natural considerar que, si un inversionista quiere aprovechar la subida de los precios de los metales, podría ser bueno invertir en mineras. Sin embargo, no siempre es así. Aplicar esta lógica tan ligera sobre las mineras puede llevar a grandes decepciones.
Una razón de replantearse invertir en mineras es que muchas empresas productoras de commodities usan instrumentos derivados para cubrir el riesgo de precio de su producción. La cobertura protege el riesgo de caída en el precio, pero si el precio del commodity sube, no subirían las utilidades.
Recordemos que, entre 2006 y 2007, el precio del oro prácticamente se duplicó, pero las utilidades de algunas empresas auríferas se mantuvieron casi sin variaciones. Las empresas no esperaban esa subida y ¿qué sucedió?
- Decidieron asegurar el precio que ellos consideraron adecuado.
- Como consecuencia, se perdieron un enorme beneficio cuando los precios subieron.
Además de las coberturas de precio en las mineras hay otra razón para que no exista una correlación entre el precio de los commodities y las utilidades de quienes los producen, como lo son:
La inflación de costos de las empresas mineras
Entre los años 2009 y 2011 el precio del oro se volvió a duplicar, llegando a $1,900 la onza. En el mismo periodo ni las utilidades de las empresas auríferas, ni su cotización bursátil subió en la misma proporción. Incluso cuando las empresas dejaron de hacer coberturas de commodites, era muy evidente que los precios subirían.
En ese momento, muchos analistas veían la inversión en mineras como una gran oportunidad de inversión. Ellos aducían que, sin coberturas, los precios de éstas se habían quedado rezagados ante la subida del precio del oro.
La razón, ignorada en ese momento, era que había una inflación de costos en la industria minera. Ésta, hacía que los márgenes no crezcan a la misma velocidad que las ventas. Después de una gran decepción, los precios de las acciones mineras nunca convergieron.
Invertir en mineras en estos días
En el contexto actual, donde el precio de los principales metales ha subido enormemente. Y más aún, el contexto internacional se muestra positivo para que los precios altos se mantengan. Es lógico cuestionar si esta vez ello se podría traducir en una buena oportunidad para invertir en acciones de empresas mineras.
Invertir en mineras podría ser favorable por las siguientes razones:
- La mayoría de empresas no tiene coberturas de commodities significativas
- Estas empresas han implementado programas de reducción de costos hace unos años, cuando los precios no eran tan favorables
- Con los dos puntos previos mantienen la eficiencia
- No se espera una mayor inflación de costos.
- El precio del petróleo se encuentra estable en niveles por debajo de los $50
- El costo de la energía se ha reducido luego de la renegociación de contratos con empresas de energía eléctrica a menores precios
Sin embargo, al momento de evaluar una inversión en la bolsa, no basta con analizar sólo eso, pues además de las razones comentadas líneas arriba, también es importante considerar aspectos específicos de las empresas como: gastos en exploración, paralizaciones en la producción, problemas de gestión interna o gobierno corporativo.
Artículo publicado en El Comercio.

Septiembre 1st, 2017 by Diego Marrero
Las decisiones de inversión son de por si complicadas tanto por la incertidumbre como por los sesgos conductuales de los inversionistas. En las inversiones, como casi todo en la vida, no hay lonche gratis: mientras mayor sea la expectativa de retorno, mayor debe ser el riesgo asumido. En un mercado totalmente eficiente, todos los activos con un mismo riesgo deben tener el mismo retorno, pues de lo contrario los jugadores invertirán en los activos que ofrezcan un mayor retorno hasta que el precio de éstos se ajuste al nivel que lo equipare con su nivel de riesgo; con ello no debería ser posible obtener retornos extraordinarios sin asumir altos riesgos.
Como los mercados no son del todo eficientes, existen muchas oportunidades de encontrar activos a precios atractivos, que ofrecen un alto retorno esperado a un nivel de riesgo moderado, pero también lo contrario. El riesgo debería entenderse como la probabilidad de generar pérdidas, y la mejor forma de reducirlo es comprando el activo a un precio bajo, pues mientras menor sea el precio que se pague por éste, menor será la pérdida potencial. En la práctica, estimar el retorno esperado es mucho más sencillo que estimar el nivel de riesgo, y por ello muchos inversionistas se concentran sólo en el cálculo del retorno esperado y en algunos casos el nivel de riesgo es prácticamente invisible hasta que éste no se materialice. En el año 2007, cuando los mercados financieros no paraban de subir, y donde al elegir al azar casi cualquier acción en el mercado bursátil iban a ser una ganancia casi inmediata, los analistas utilizaban casi cualquier argumento para justificar las altas valorizaciones de los activos, y como música para los sus oídos, los inversionistas no consideraban los riesgos asociados, mas sólo las exceptivas de retorno.
Además de problemas de información y educación financiera, también es importante tener en cuenta los sesgos de comportamiento que determinan en gran medida las decisiones de inversión. El sesgo de confirmación, es cuando un inversionista le da más peso a la información que confirma su hipótesis inicial y descarta la información que la contradiga. Por ejemplo, si un inversionista piensa que las acciones mineras van a subir, al momento de leer las noticias relacionadas con los precios de los metales, sòlo presta atención a aquellas que hablan de un mayor crecimiento del consumo de China, pero le resta importancia a información relacionada con el incremento de la oferta. El efecto de este sesgo es que el inversionista adquiere un optimismo más allá de lo prudente y se anima a seguir comprando sus acciones mineras, de esta manera subestimando los riesgos.
Otro sesgo importante es el de sensación de control, el cual es muy común en inversionista retail, mediante el cual el inversionista tiene una sensación de que puede controlar el resultado de la inversión por una falsa sensación de control sobre el momento de la compra y venta. Esto lleva muchas veces a tener una sobre confianza en la capacidad de elegir inversiones y se confunde la suerte con la habilidad. Un estudio de Langer observó que las personas estaban dispuestas a pagar un mayor precio por un boleto de lotería si es que éstas podían seleccionar los números en lugar de hacerlo al azar. Algo similar sucede en las inversiones personales, en donde los inversionistas tienen la sensación de que pueden ser mejores seleccionando acciones que un fondo especializado que destina una gran cantidad de recursos en investigación y seguimiento de los mercados.
Artículo publicado en El Comercio.

Agosto 18th, 2017 by Diego Marrero
En lo que va del año, los mercados bursátiles en el mundo vienen mostrando sólidas ganancias. Las bolsas de los países desarrolladas vienen subiendo de cerca de 10%, mientras que los mercados emergentes cerca del doble de dicha cifra. La razón principal de este despegue fue la disipación de algunos de los principales riesgos que marcaron la pauta de los mercados financieros desde el año pasado. Estos eran principalmente cuatro: los riesgos políticos en Europa; la incertidumbre con respecto al crecimiento de la economía mundial (principalmente de China); la incertidumbre sobre las políticas económicas de Trump y por último los efectos de la normalización de la política monetaria en los países desarrollados.
Por el lado de los riesgos políticos, éstos ya están muy contenidos y los rezagos son bastante menores, como por ejemplo: las elecciones en Italia, o las negociaciones para la implementación del Brexit. Con el desenlace de las elecciones en Francia, el riesgo político disminuyó considerablemente y con ello las valorizaciones de los activos financieros reflejaron rápidamente el valor que se mantenía oculto.
Por el lado del crecimiento mundial, las cifras macroeconómicas muestran solidez. En EE.UU. continúa el rebote en la actividad industrial y manufacturera, y el consumo doméstico se mantiene como un motor importante de crecimiento. Ello se ha visto reflejado en mayores utilidades de las empresas. Por ejemplo, en el segundo trimestre las compañías que cotizan en la bolsa de EE.UU. reportaron un crecimiento de 12% en utilidades. Por el lado de Europa, con excepción del Reino Unido, la economía también mantiene los sólidos fundamentos, tanto por el consumo interno, como por las exportaciones hacia el Asia. Por el lado de China, contrario a lo que se pensaba hacia comienzos de año, la economía sigue creciendo a tasas por encima del 6.7% de manera sostenida, lo cual es bastante relevante al ser ésta la segunda economía más grande del mundo y con ello un soporte importante para la economía global.
Los dos primeros riesgos identificados han sido disipados casi por completo, mientras que los últimos dos aún continúan vigentes. La materialización de estos últimos podría tener un impacto negativo en el mercado. Por el lado de las políticas económicas de Trump, que incluyen tanto la viabilidad de los impulsos fiscales planteados, como las relacionadas al proteccionismo comercial, aún continua la incertidumbre. La capacidad de implementar sus propuestas ha sido bastante limitada y ello ha tenido un impacto en la moderación de las exceptivas de crecimiento económico. Por el lado de la política monetaria, la velocidad en el retiro de estímulos podría complicar la liquidez de los mercados y con ello generar cierta volatilidad.
Finalmente, es importante tener en cuenta que luego de una subida tan fuerte en los precios de los activos, las valorizaciones muestran escenarios más optimistas que pesimistas, y con ello el surgimiento de algún riesgo no conocido, como podría ser algún conflicto bélico entre EE.UU. y Corea del Norte podría causar una corrección importante en la valorización de los activos financieros.
Artículo publicado en El Comercio.
