Luego de que la tasa de crecimiento de la economía peruana había estado consistentemente por encima de la de los demás países de la región por varios años, en los últimos 3 años esta tasa convergió hacia niveles más modestos. Luego de crecer hace unos años a tasas que llegaron a estar cerca al 9% y en la década hasta 2013, promediaban un 6%; el consenso del pronóstico de consenso para este año está por debajo de 3%.

En los últimos años se vio una secuencia de eventos que quitaron el impulso al crecimiento que se venía dando. En el 2014, menores exportaciones por menores precios de los metales y una caída en la inversión de bienes de capital. Luego en el 2015, se vio cierta recuperación por el inicio de grandes proyectos mineros; sin embargo, los efectos adversos producidos por el Fenómeno del Niño y una menor inversión privada se sintieron; al igual que, una caída más pronunciada de la inversión pública y privada. En el 2016 la inversión privada continúo mostrando caídas que se tradujeron en una caída en sectores como construcción. Finalmente, a inicios de este año, vimos que, los efectos del Fenómeno del Niño, una menor inversión pública y privada, así como menor impulso minero, por una base comparable que ya incluía el incremento de producción minera; llevaron a cifras de crecimiento de 2% entre Enero y Mayo.

Tras este continuo crecimiento lento, se han comenzado a ver cifras de recuperación en sectores claves. Por un lado, se observa que los despachos de cemento nacionales desde junio han mostrado crecimiento, revirtiendo la tendencia negativa en la que estaba; y llegando a tasas de crecimiento de 4% en la última medición. Esto viene de la mano de una inversión pública que en Setiembre creció al 20% y en Octubre cerca al 30%. Así mismo, las exportaciones por mayor producción minera y mejores precios de los commodities llevan aportando un balance comercial que a Setiembre acumula en los últimos 12 meses más de US$ 5mil millones; y debe cerrar el año en un nivel más alto. En esta línea, la inversión minera creció hasta agosto a un ritmo de 4%.

Mirando a los próximos meses y el próximo año, este dinamismo debe afianzarse. En las últimas encuestas de expectativas económicas se ve un repunte en lo que se espera en los próximos meses. Asimismo, la confianza del consumidor se viene afianzando y avance a un terreno de expansión. En paralelo, se espera que la inversión minera se mantenga a un nivel similar al de los últimos o meses, o incluso, se acelera en la medida que las empresas buscan nuevos proyectos. Adicionalmente, el gobierno daría inicio a los planes de reconstrucción de los estragos del Fenómeno del Niño, con un plan por S/.26mil millones, de los cuales se invertirían S/. 7mil millones en el 2018. A esto se le debe sumar que, se esperan inversiones para los Panamericanos y mayor nivel de proyectos a ser licitados, lo que continuará impulsando crecimientos más relevantes en el sector construcción. Estos catalizadores positivos de la actividad afianzarán el nivel de empleo y con ello irán dando mayor espacio al consumo de las familias.

Por estos cambios de tendencia en algunos sectores y los planes de inversión de empresas y gobierno, sumada a una mejora en las expectativas de la economía, se tiene que los analistas esperan en promedio un crecimiento para el 2018 que está en torno al 4%. Este crecimiento, aportaría mejores oportunidades a las familias tras 3 años de un escenario adverso, retroalimentando la recuperación.

Artículo publicado en El Comercio.