Las cifras de crecimiento de la economía peruana han sido revisadas considerablemente a la baja. Esto se debe, principalmente, a la paralización de la inversión privada explicada por la falta de ‘momentum’ y por los escándalos de corrupción ligados a las constructoras brasileñas. Ante este panorama, resulta importante que las políticas económicas estimulen la demanda interna.

El crecimiento de la actividad económica ha continuado desacelerándose en los últimos meses con un ritmo por debajo de su potencial y, por el momento, las esperanzas de recuperación económica se concentran en un aumento de la inversión pública y en mayores precios de los commodities que impactarían en un mayor valor de la producción minera.

Por el lado de la política fiscal, si bien existen los recursos suficientes para que esta sea expansiva (existe el Fondo de Estabilización Fiscal de S/30 mil millones que representa casi el 5% del PBI y un déficit fiscal aún en niveles manejables), el problema sería la capacidad y la velocidad de ejecución.

Por el lado de la política monetaria, el campo parece tener espacio para actuar. Desde hace varios meses, la inflación se ubica por encima del rango meta –entre 1% y 3%– del Banco Central de Reserva (BCR), principalmente por factores de oferta. Si bien esto siempre fue percibido como algo transitorio, pudo haber sido peligroso aplicar estímulos monetarios y el BCR actuó con cautela. Ya con la moderación de las expectativas de inflación y con los últimos datos publicados, en los que esta se muestra en niveles bajos, el BCR ha mostrado una intención de inyectar estímulos.

Desde comienzos del año, el BCR ha venido reduciendo la tasa de encaje, con el fin de buscar condiciones crediticias flexibles en el sistema financiero, en un contexto de desaceleración de la demanda del crédito. En la misma línea, el mes pasado decidió reducir en 0,25% la tasa de referencia, la cual había estado estable en 4,25% desde algunos meses. Para muchos, esto significó el comienzo de un ciclo de recorte de tasas, y es posible que este continúe en los próximos meses ante la necesidad de darle mayor estímulo monetario al alicaído crecimiento económico y mientras la inflación se mantenga por debajo del 3%.

Si bien el BCR tiene espacio para estimular la economía con recortes de tasa, el espacio no sería tan amplio, pues el nivel actual de 4% no es tan alto, sobre todo si se compara con las tasas de referencia del resto de países de la región.

Adicionalmente, el espacio sería menor si se toma en cuenta que los países desarrollados están en un ciclo monetario distinto, en donde la tendencia estaría más enfocada en el retiro de los estímulos. Por ejemplo, en un contexto en el que EE.UU. está en un ciclo alcista de tasas, mientras que el BCR está bajando sus tasas, la compresión en el diferencial de tasas podría tener un impacto negativo en el tipo de cambio, lo que se podría traducir en un rebote de la inflación y, de esta manera, anular la posibilidad de continuar con un ciclo monetario expansivo en la economía peruana.

Artículo publicado en El Comercio.