Marzo 16th, 2020 by Diego Marrero
En medio de la fuerte expansión del coronavirus fuera de China, el pánico generalizado se está apoderando de las poblaciones y también de los mercados financieros.

El coronavirus en China
En China, después de 51 días, los números de propagación son asombrosos. De los 81 mil contagiados, el 76% se encuentra totalmente fuera de peligro. La tasa de propagación que llegó a ser de 15 mil personas por día cayó a solo 19 por día, con una clara tendencia a desaparecer.
Las acciones de China para contener el virus fueron altamente efectivas, pues el país cuenta con una gran capacidad de organización y una estructura política autoritaria que le permite dominar por completo la movilidad de gente, lo cual difícilmente pueda replicarse en otros países.
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Impacto en los mercados financieros
Si bien es un virus cuya mortalidad es mucho menor al de otros similares (SARS, ébola, gripe aviar, etc.), ha generado tal pánico que se está trasladando a la economía real.
Dada su rápida expansión y la incertidumbre sobre su contención fuera de China, es muy difícil estimar el impacto económico. Ante ello, pienso que se podrían barajar 3 escenarios:
Primer escenario
El más optimista y a la vez menos probable es que se descubra una vacuna.
En este escenario, podríamos pensar que el impacto en el crecimiento económico sería de -0.2% en el año, el cual podría estar englobado en un trimestre y luego de ello ver una rápida recuperación de la economía y de los mercados financieros.
Segundo escenario
Menos optimista, pero más probable, es que los gobiernos de los países tomen medidas extremas para controlar la propagación del virus, como cerrar ciudades y restringir el tránsito.
Esta medida sería muy efectiva, pero a su vez generaría un impacto económico adverso en el corto plazo, pues implicaría una caída importante en el consumo, desabastecimientos y quiebre de la cadena productiva.
El impacto en el crecimiento sería de -2.5% en el año. Pero como dije antes, dudo que otros países puedan lograrlo en tan poco tiempo, como lo hizo China.
Tercer escenario
El otro escenario, sería que el mundo aprenda a convivir con el coronavirus. Lo que se sabe hasta ahora es que la tasa de mortalidad es 3.6%, pero la tasa de mortalidad para una persona sana de menos de 50 años es de 0.4%.
Sin embargo, por el momento, es difícil que se reduzca la histeria colectiva magnificada por la desinformación principalmente de las redes sociales.
Algunas medidas económicas de EE. UU. y China
Adicionalmente, los estímulos económicos de los gobiernos podrían contrarrestar en algo los estragos en la economía.
En EE. UU. ya está en marcha un plan de $8.3 mil millones con potencial de un estímulo fiscal mucho más significativo y, al mismo tiempo, un estímulo monetario que se traduce en una tasa de interés de 10 años en 0.7%.
China ya anunció un paquete fiscal de US$10 mil millones, disminuyó su tasa de interés de préstamos para reactivar la economía, se inyectó US$21 mil millones en estímulos monetarios.
Columna de opinión publicada en el diario “El Comercio”

Febrero 12th, 2020 by Diego Marrero
El impacto económico del coronavirus podría cambiar materialmente las perspectivas de crecimiento global.

Crecimiento económico
Decía Winston Churchill que los economistas dedican gran parte de su tiempo tratando de predecir qué es lo que va a pasar con la economía. Y luego de ello, dedican el mismo tiempo para explicar por qué no pasó lo que dijeron que iba a pasar.
Cuando se proyecta el crecimiento económico, siempre se incorpora la existencia de ciertos riesgos que pueden sesgar el resultado hacia el alza o hacia la baja.
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Proyección del crecimiento económico para este año
Por ejemplo, para este año, el consenso de economistas esperaba un crecimiento mundial de 3.1%, con un rango entre 2.3% y 3.7%.
Es decir, los menos optimistas proyectaban un crecimiento de 2.3%, sustentado en supuestos menos optimistas para la economía de EE. UU., en donde el riesgo de rebrote de la inflación podría obligar a la FED reducir los estímulos monetarios frenando así el crecimiento económico o también en una desaceleración de la economía China, producto de una guerra comercial más intensa.
Por otro lado, los economistas más optimistas proyectaban un crecimiento más cercano al 3.7%, sustentado en que la economía de EE. UU. iba a continuar el fuerte momentum de crecimiento y que más bien, una moderación en la guerra comercial y una continuación de los estímulos monetarios iban a proveer un impulso adicional a la robustez de la economía.
Impacto económico del coronavirus
Luego de las terribles cifras de contagio del coronavirus (1,116 víctimas mortales y 45,000 infectados) que crecían a tasas exponenciales durante las primeras semanas, afortunadamente se ha desacelerado en estos últimos días, con lo cual se podría esperar que la propagación del virus podría estar controlándose.
Las drásticas medidas implementadas por el gobierno chino para aislar la propagación, como frenar el tránsito entre las regiones afectadas, cancelar vuelos y trenes, y cerrar autopistas, están teniendo resultados.
Asimismo, otros países como EE. UU. restringieron los vuelos a China y de manera preventiva restringiendo los envíos de productos de esta región.
Por el lado humano, lo peor ya está sucediendo. Sin embargo, el impacto económico es importante y por ahora difícil de cuantificar. China aporta más del 30% del crecimiento mundial, y ha estado por lo menos 2 semanas detenido.
Si China se detiene 1 semana estamos hablando del 0.3% del PBI del mundo y es imposible que al día siguiente veamos niveles normales de producción.
Se espera que el crecimiento chino disminuya en aproximadamente un 2% durante el primer trimestre, con una recuperación en el resto del año.
Sin embargo, China está destinando una gran cantidad de recursos para contrarrestar los efectos negativos en la economía:
- Paquete fiscal de US$ 10 mil millones.
- Disminución de la tasa de interés para reactivar la economía.
- Inyección de US$ 21 mil millones en estímulos monetarios.
- Reducción de aranceles con EE. UU., etc.
Estos impulsos son bastante importantes y podrían mitigar en gran medida las pérdidas económicas. En la medida en que el virus pueda ser contenido y que los estímulos económicos funcionen, es posible que esta caída en la activada económica sea temporal y que la economía global pueda retomar la senda de crecimiento económico.
Columna de opinión publicada en el diario “El Comercio”

Enero 16th, 2020 by Diego Marrero
¿Habrá recesión en Estados Unidos? Hace años que las cifras macroeconómicas de EE. UU. son sorprendentes.

Cifras magníficas
- El PBI continúa creciendo sostenidamente por encima de cualquier comparable en el mundo desarrollado.
- La tasa de desempleo es de 3.5%, su nivel más bajo en 59 años.
- En este contexto, muchos economistas ponían en duda la continuación de este crecimiento. Apostaban por un punto de quiebre en el ciclo económico, augurando que la recesión en Estados Unidos se iba a dar.
Ya ha pasado un buen tiempo desde que estos economistas incorrectamente pronosticaron una recesión, y no solo no ha pasado, sino que la economía se encuentra cada vez más sólida. Ha sido el principal motor de crecimiento para la economía global, compensando enormemente regiones que sí están en recesión como Europa o regiones cuya desaceleración ha sido bastante pronunciada, como China e India.
Economistas preveían recesión en Estados Unidos
Los economistas que anticipaban una recesión utilizaban principalmente tres argumentos:
- La economía había tenido un ciclo expansivo desde la última recesión demasiado prolongada, registrando una tasa positiva de crecimiento durante 40 trimestres consecutivos. Esto nunca había sucedido, por lo que se pronosticó que este ciclo, en comparación con la historia, debía terminar.
- El estímulo monetario y el crecimiento económico iban a generar un sobrecalentamiento de la economía. Por ende, una alta inflación que presionaría a la FED a subir la tasa de interés y presionar el crecimiento económico a la baja, sumando a una apreciación del dólar, que podría dañar también la competitividad del país.
- El alto endeudamiento junto con el déficit fiscal iba a forzar al gobierno a restringir el gasto público y por ende generar otro freno al crecimiento.
Si bien es cierto que es poco usual que haya una expansión económica tan prolongada sin generar inflación, hay razones que muestran que este ciclo económico es diferente.
Características del ciclo económico en Estados Unidos
La evolución de los modelos de negocio de la compañía en EE. UU. ha tenido dos impactos marcados en la economía:
- En primer lugar, ha habido una tercerización de la producción hacia mercados emergentes. De esta manera, el apalancamiento operativo de la economía disminuyó considerablemente, haciendo que la exposición al ciclo económico sea más controlada.
- En segundo lugar, la economía digital ha generado una reducción muy importante en los precios de muchos productos y servicios, lo cual ha contribuido a contener considerablemente la inflación.
- Adicionalmente, a diferencia de ciclos económicos previos, el consumidor mantiene bajos niveles de apalancamiento. Si bien el nivel de apalancamiento del gobierno se encuentra en niveles históricamente altos, el pago de intereses por su parte representa el nivel más pequeño dentro de su presupuesto en más de 30 años.
Pese a esto, es importante mencionar que para los próximos meses, existen algunos riesgos que podrían generar un cambio negativo en el ciclo, como lo son un escalamiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la elección de un candidato radical en las elecciones de fin de año en EE. UU. y el surgimiento de la inflación.
Columna de opinión publicada en el diario “El Comercio”

Enero 10th, 2020 by Diego Marrero
La nueva era digital que estamos viviendo trae consigo modelos de negocios disruptivos, como las fintech, que están cambiando materialmente la forma de operar y reformulando algunas industrias.

La nueva economía digital, impulsada por el surgimiento del comercio online y los aplicativos de los teléfonos smart, mediante los cuales se masifican los servicios como taxis, obliga a sus usuarios a tener una cuenta bancaria y solicitar una tarjeta de crédito.
Mayor bancarización
Esto implica necesariamente una mayor bancarización, tendencia que crece a ritmo exponencial y que ya se ve reflejado en los datos de la industria financiera:
- En los últimos dos años se ha incrementado significativamente la penetración bancaria y las solicitudes de créditos de consumo.
- También, el número de tarjetas de crédito y la recaudación fiscal, pues la mayor bancarización, implica también una mayor formalización.
- Muchos negocios pequeños se ven obligados a aceptar pagos electrónicos y con ello la formalización es necesaria.
¿Qué promueven las fintech?
El surgimiento de las fintech también ha generado una disrupción en la forma de hacer negocios para la banca tradicional.
- Anteriormente, la banca generaba altos ingresos provenientes de comisiones bancarias, ganancias por operaciones de cambio, generación de créditos y asesoría financiera.
- En los últimos años; sin embargo, los márgenes de los bancos en estos rubros se han comprimido notablemente.
- Las fintech han surgido como el principal competidor de la industria bancaria tradicional. Ofrecen a sus clientes, mediante plataformas electrónicas, la posibilidad de hacer una serie de transacciones que anteriormente eran exclusivas de los bancos, a mucho menor costo y con una mayor comodidad.
- Ante ello, para poder competir, muchos bancos se han visto obligados a cambiar su modelo de negocio.
Asimismo, también las fintech han logrado generar una desintermediación financiera. Esto se traslada en un menor costo para los usuarios y menores márgenes para los bancos.
Tendencias bancarias
Sin embargo, no todo es malo para los bancos. Muchos han podido desarrollar plataformas digitales para abaratar sus costos y brindar más servicios. De esta manera, compiten con las fintech.
Algunos bancos han creado sus propias fintechs y algunos otros se han asociado a ellas. Por ejemplo, hay fintechs especializadas en generación de créditos, mediante modelos más innovadores de búsqueda y preselección crediticia, para luego vender el bloque de créditos generados a algún banco o financiera.
Ello se traduce en un mayor crecimiento del crédito de consumo, pero con menores costos para los clientes.
Beneficio para los usuarios
En la misma línea que las fintechs, los comercios también están potenciando el dinamismo de sus ventas online, lo que permite identificar de manera efectiva el comportamiento de consumidores y sus movimientos financieros, facilitando a los bancos la capacidad de ofrecer una oferta de productos específica al usuario.
Los mayores beneficiados son los usuarios, quienes pueden acceder a productos bancarios más baratos, mientras que los grandes bancos se han visto forzados a reducir sus márgenes e invertir en nuevas tecnologías.
Columna de opinión publicada en el diario “El Comercio”

Noviembre 21st, 2019 by Diego Marrero
La principal importancia del dólar radica en su uso como una moneda global y, en consecuencia, por sus implicancias en todos los mercados financieros del mundo.

El 61% de las reservas de los bancos centrales se encuentran en dólares y se utiliza para el 60% del comercio mundial. En el Perú el 27% de los créditos y 37% de depósitos están en dólares.
Por ello tratar de entender cómo varía su valor resulta de utilidad tanto a inversionistas globales como a los ciudadanos de a pie que tienen algún crédito o ahorros en dólares.
¿De qué depende el precio del dólar?
El precio del dólar depende tanto de los fundamentos de la economía de EE. UU. como del precio relativo de las otras monedas.
Este año, el dólar se ha fortalecido con respecto a casi todas las monedas. Con respecto a las economías desarrolladas (Japón y Europa), quienes han continuado con estímulos monetarios, la reducción en las tasas de interés genera una menor demanda por sus monedas.
Por el lado de los países emergentes, la fuga de capitales por los temores de la guerra comercial ha generado una apreciación del dólar con respecto a las monedas de estos países.
Para Latinoamérica, este efecto se ha intensificado gracias a la turbulencia política reciente:
- El peso chileno, una vez considerado como una de las monedas más fuertes de la región, se ha depreciado 12% en lo que va del año.
- Aún por detrás de un peso argentino que por sus problemas fiscales está 37% depreciado.
- El sol peruano es la excepción, pues en lo que va del año casi no ha perdido nada de valor contra el dólar.
Factores que determinan la tendencia del dólar
Para determinar la tendencia de cualquier moneda es importante entender los factores que determinan su valor.
1. El diferencial de tasas de interés. El país con mayor tasa de interés debería tener una moneda más fuerte.
Teniendo en cuenta esto, al esperarse que los bancos centrales globales continúen bajando sus tasas de interés y que EE. UU. haga una pausa en su acción de política monetaria y con ello alcance la estabilidad de su tasa de interés, el dólar se podría beneficiar con respecto a muchas otras monedas.
2. El diferencial de crecimiento. A medida que un país se desarrolle económicamente más rápido, su moneda se fortalece.
Esto gracias a un canal de inversión: los inversionistas quieren invertir donde hay crecimiento; y, por otro lado, el banco central tendría incentivos para subir la tasa de interés, fortaleciendo aún más la moneda.
EE. UU. continúa creciendo por encima del resto de países desarrollados, lo cual debería de beneficiar al dólar.
3. La reserva de valor. Una de las funciones básicas y más importantes del dinero. Cuanto más estable se mantenga una moneda en el tiempo, más demanda tendrá.
Lo opuesto está sucediendo en las monedas latinoamericanas. La materialización de los riegos globales también contribuye al fortalecimiento del dólar, pues sigue siendo por excelencia la moneda refugio.

Octubre 23rd, 2019 by Diego Marrero
Estando a pocos días de las elecciones presidenciales en Argentina, este país se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta.

Todo parece indicar que el candidato opositor Alberto Fernández, percibido como un regreso al kirchnerismo que devastó al país, será el ganador.
Existe el temor de que este posible nuevo gobierno instaure nuevamente un modelo económico populista, intervencionista e irresponsable.
Efectos de las elecciones primarias en Argentina
Luego de las elecciones primarias de agosto, en donde ya se asumía que la probabilidad de que Fernández sea presidente era muy alta, el efecto en los mercados financieros fue nefasto. Al día siguiente:
- El peso se depreció 25%.
- El riesgo país se desbordó.
- La bolsa cayó 50%.
- Empezó una tremenda fuga de capitales, que tuvo que ser contenida por el gobierno con un fuerte control de capitales.
- El clima de incertidumbre y paralización de la inversión privada volvieron.
La era Macri
Cuando Macri fue elegido presidente cuatro años atrás, Argentina estaba en el colapso económico y si bien era percibido como una mucho mejor opción para el futuro del país, había dudas sobre su efectividad.
La era Macri, que representó el fin del kitchnerismo, era sin duda una gran oportunidad para el país. Había mucha expectativa de que podría estabilizar la economía e implementar las reformas necesarias para que Argentina entre nuevamente en la senda de crecimiento.
Sin embargo, Macri fue una gran decepción y con él, la derecha Argentina perdió la oportunidad dorada para hacer algo relevante en este país.
El gran error fue el gradualismo en la implementación de los ajustes. No implementar las reformas agresivamente desde el inicio de su mandato significó un desgaste en su efectividad y al mismo tiempo una decadencia en su popularidad. Esto a su vez contribuyó a la pérdida de peso político sin el cual ya no podía implementar las reformas.
La crisis económica se siguió sintiendo, como consecuencia de los insuficientes ajustes fiscales y la inestabilidad macroeconómico, aunque algo contrapesado por un contexto internacional más auspicioso.
El futuro de Argentina
Para el próximo año, independientemente de quién sea el próximo presidente, el panorama no es alentador:
- La economía se mantendrá en recesión.
- El gasto público tendrá que reducirse.
- Muy probablemente se tenga que renegociar la deuda externa.
En caso sea elegido Fernández se sumaría:
- Una mayor paralización de la inversión privada.
- Un incremento de los costos de financiamiento.
- Posiblemente más populismo, ante una gran expectativa por cumplir promesas de campaña.
Los problemas de Argentina son estructurales e imposibles de solucionar sin una reforma integral.
La carga fiscal es demasiado alta. Con una población económicamente activa de 11 millones de personas y 16 millones de empleados públicos, se vuelve insostenible.
Si bien estas elecciones conllevan a una gran incertidumbre, los inversionistas más experimentas siempre mantuvieron la cautela con el gobierno de Macri.
Argentina tiene una historia de fallar repetidamente los desafíos más básicos de política macroeconómica, descuidar reformas estructurales profundas y sucumbir regularmente al populismo desenfrenado.
Columna de opinión publicada en el diario “El Comercio”

Septiembre 26th, 2019 by Habitat
Sin duda el evento más relevante de los últimos meses en términos económicos es la guerra comercial entre las 2 economías más grandes del mundo: Estados Unidos y China.

¿Cuál ha sido la evolución de la guerra comercial?
- El primer golpe lo dio Estados Unidos. Con el anuncio de imponer un arancel de 25% sobre una serie de productos chinos por un monto de $ 34 mil millones.
- Ante ello, China respondió en la misma magnitud.
- Luego de varias escaladas, ambos fueron aumentando el número de productos a ser gravados. En la actualidad prácticamente todo el comercio entre ambos está gravado con aranceles.
Efectos de la guerra comercial en Estados Unidos y China
Por el lado de Estados Unidos, los efectos negativos hasta el momento no se han notado:
- La economía se encuentra creciendo por encima de su potencial.
- El desempleo está en mínimos históricos y el consumo interno sigue sólido.
- La inflación está controlada y la bolsa ha subido casi 20% en lo que va del año.
Por el contrario, la situación de China es distinta:
- La economía ya venía mostrando signos de deterioro. Se estima que ya habría tenido un impacto negativo de 0.6% en el PBI (el 10% de su crecimiento).
- Su moneda se ha depreciado 4% y la bolsa solo ha subido 2% en lo que va del año.
En Estados Unidos el panorama puede cambiar
La aparente impermeabilidad de corto plazo para Estados Unidos no debería durar mucho. Si bien los efectos no se han notado aún, estos serían más evidentes en el mediano plazo.
- Si bien a nivel agregado se ve un PBI sólido, sustentado principalmente por el consumo interno, la inversión privada sí se ha contraído. Esto debería tener un impacto negativo en los siguientes meses, con una contracción en la actividad industrial y un efecto negativo en el empleo.
- De no aplazarse la puesta en marcha de la última ronda de aranceles, que incluye productos como teléfonos celulares, computadoras, juguetes, etc., habría un impacto en el consumo, así como un incremento en la inflación.
- Siendo esto último evidente y teniendo en cuenta el ciclo político en Estados Unidos, en donde Trump está buscando la reelección el próximo año. Los incentivos están alineados para lograr un acuerdo, por lo menos momentáneo en el corto plazo.
- Con los aranceles impuestos hasta el momento, la economía de Estados Unidos debería desacelerarse y con ello la probabilidad de reelección de Trump podría verse afectada.
¿Continuará la guerra comercial?
Para seguir creciendo ambos países se necesitan. Por un lado, China produce los “metales raros” que se requieren para que Estados Unidos produzca chips. Estos son el insumo para que China produzca los productos de alta gama que le vende a los consumidores de EE. UU.
Si bien es probable que se llegue a un acuerdo en los próximos meses (antes de las elecciones de EE. UU.), esta guerra comercial podría recrudecer luego.
La verdadera disputa entre ambas potencias va más allá de lo comercial, siendo la guerra tecnológica y la disputa por la hegemonía global el meollo del asunto.

Septiembre 2nd, 2019 by Diego Marrero
Tasa de interés.

Tras la explosión de la crisis financiera de 2008, la FED (banco central estadounidense) comenzó un agresivo programa de estímulo monetario que consistió en:
- Inyectar cerca de 3.6 trillones de dólares al mercado.
- Durante más de 7 años, reducir la tasa de interés de 4.25% a 0%.
Estas medidas dieron resultados y la economía de EE. UU. tuvo una importante recuperación.
Esto impulsó que en 2015 el interés subiera de 0% a 0.25%, llegando a 2.5% entre los años 2016 y 2018.
2019: una ligera desaceleración
Sin embargo, este año, ante algunos datos que muestran una ligera desaceleración de la economía, la FED dio la señal de que el ciclo contractivo de política monetaria podría acabar.
Ante ello, anunció lo siguiente:
- Reducción de la proyección del crecimiento económico de 2.5% a 2.3% para 2019
- Disminución de la tasa de interés de 2.5% a 0.25%.
Mantener o reducir, esa es la cuestión
A pesar de que existe una ligera desaceleración, la economía estadounidense aún está sólida y el desempleo es mínimo.
Esta situación lleva a la FED a un dilema:
- Mantener la tasa de interés o iniciar un ciclo de bajada de tasas para dar mayor estímulo monetario.
Los argumentos en conflicto son:
Argumento a favor de mantener la tasa de interés
Aún no se sabe si la desaceleración continuará, por lo tanto, reducir la tasa podría consumir las herramientas de política monetaria para cuando realmente se necesite un estímulo.
Hay que tener presente que mientras más cerca de 0% se encuentre el interés, menos espacio hay para estimular la economía.
Argumento a favor de reducir la tasa de interés
Existe una serie de riesgos globales que en caso de materializarse podrían generar una recesión mayor. El riesgo más notable es el escalamiento de la guerra comercial con China.
¿Qué decidirá la FED?
Parecía que la postura de FED sería esperar más datos económicos que confirmen una desaceleración, y así medir el impacto de los riesgos globales en la economía real.
Sin embargo, esa postura podría inclinarse hacia una reducción de las tasas, aun cuando podría no ser necesario, debido a dos razones:
1) Donald Trump, presidente de EE. UU., necesita una economía todavía más sólida para las elecciones del próximo año y, si bien la FED es autónoma, estaría ejerciendo mucha presión política sobre esta.
2) La FED podría caer en la tentación de satisfacer la voluntad del mercado y evitar una corrección de la bolsa.
Fuente: El Comercio
