Tasa de interés.

tasa de interés

Tras la explosión de la crisis financiera de 2008, la FED (banco central estadounidense) comenzó un agresivo programa de estímulo monetario que consistió en:

  • Inyectar cerca de 3.6 trillones de dólares al mercado.
  • Durante más de 7 años, reducir la tasa de interés de 4.25% a 0%.

Estas medidas dieron resultados y la economía de EE. UU. tuvo una importante recuperación.

Esto impulsó que en 2015 el interés subiera de 0% a 0.25%, llegando a 2.5% entre los años 2016 y 2018.

2019: una ligera desaceleración

Sin embargo, este año, ante algunos datos que muestran una ligera desaceleración de la economía, la FED dio la señal de que el ciclo contractivo de política monetaria podría acabar.

Ante ello, anunció lo siguiente:

  • Reducción de la proyección del crecimiento económico de 2.5% a 2.3% para 2019
  • Disminución de la tasa de interés de 2.5% a 0.25%.

Mantener o reducir, esa es la cuestión

A pesar de que existe una ligera desaceleración, la economía estadounidense aún está sólida y el desempleo es mínimo.

Esta situación lleva a la FED a un dilema:

  • Mantener la tasa de interés o iniciar un ciclo de bajada de tasas para dar mayor estímulo monetario.

Los argumentos en conflicto son:

Argumento a favor de mantener la tasa de interés

Aún no se sabe si la desaceleración continuará, por lo tanto, reducir la tasa podría consumir las herramientas de política monetaria para cuando realmente se necesite un estímulo.

Hay que tener presente que mientras más cerca de 0% se encuentre el interés, menos espacio hay para estimular la economía.

Argumento a favor de reducir la tasa de interés

Existe una serie de riesgos globales que en caso de materializarse podrían generar una recesión mayor. El riesgo más notable es el escalamiento de la guerra comercial con China.

¿Qué decidirá la FED?

Parecía que la postura de FED sería esperar más datos económicos que confirmen una desaceleración, y así medir el impacto de los riesgos globales en la economía real.

Sin embargo, esa postura podría inclinarse hacia una reducción de las tasas, aun cuando podría no ser necesario, debido a dos razones:

1) Donald Trump, presidente de EE. UU., necesita una economía todavía más sólida para las elecciones del próximo año y, si bien la FED es autónoma, estaría ejerciendo mucha presión política sobre esta.

2) La FED podría caer en la tentación de satisfacer la voluntad del mercado y evitar una corrección de la bolsa.

Fuente: El Comercio