¿Qué acciones tomará la Reserva Federal (FED) ante la inflación en Estados Unidos?

El dilema de la Reserva Federal

Luego de que la economía de EE. UU. superó casi por completo los estragos negativos ocasionados por la crisis del COVID-19, sus indicadores económicos se ven bastante robustos.

Indicadores económicos robustos en EE. UU.

El crecimiento esperado del PBI está por encima del 6%, el desempleo se encuentra en niveles muy controlados, la actividad industrial está nuevamente en máximos y, por el lado corporativo, las utilidades de las empresas reflejan también condiciones muy favorables.

Los índices bursátiles reflejan también mucho optimismo, pues se encuentran en máximos históricos.

Inflación se encuentra sobre el 5% en Estados Unidos

Por otro lado, el riesgo viene por el incremento acelerado de la inflación, que ya se encuentra sobre el 5%, un nivel preocupante, muy por encima del rango considerado aceptable por la FED.

Ello ha generado mucha preocupación entre los inversionistas, pues muchos piensan que, ante la tendencia, es momento de que la Reserva Federal comience a actuar para controlarla. Y esto significa el retiro de los estímulos monetarios, que fueron tan necesarios para sostener la economía.

¿Qué tan probable es el retiro de estímulos de la Reserva Federal?

Este posible retiro de estímulos significaría un incremento en las tasas de interés y, con esto, una fuerte presión para los mercados financieros, los cuales están sostenidos en gran parte por la enorme cantidad de dinero que la FED ha inyectado en los últimos años.

Sin embargo, es probable que ello no ocurra tan rápido:

  • En primer lugar, porque aparentemente no existe consenso por parte de los miembros de la Reserva Federal y se refleja claramente en las minutas de las últimas reuniones.
  • En segundo lugar, todavía no existe una claridad sobre el alcance de la tercera ola del COVID-19 y, por ende, la necesidad de continuar sosteniendo la economía con estímulos en los próximos meses.
  • En tercer lugar, dado que la FED cambió en su marco de política monetaria al adoptar oficialmente el “objetivo de inflación promedio”, dejando de lado su enfoque anterior de “metas de inflación”, donde siempre apuntaba a una inflación del 2%. Esto le daría mucho más margen de maniobra para tolerar niveles de inflación más altos, sobre todo, porque la inflación se ha encontrado por debajo de 2% durante muchos años.

Rebote podría ser transitorio

Al analizar los componentes de la inflación, hay muchas razones para pensar que el rebote podría ser transitorio.

Por ejemplo:

  1. El desabastecimiento global de los microchips, producido por la redistribución de su demanda durante la pandemia, ocasionó serías disrupciones en la cadena de suministros de muchos productos, generando una escasez temporal y una consecuente subida en los precios.
  2. El fuerte incremento en el precio de los vehículos usados es principalmente consecuencia de un efecto base, pues el año pasado el precio cayó fuertemente por la gran oferta puesta en el mercado por las empresas de alquiler de autos, ante una menor demanda esperada.
  3. La reapertura económica de muchos estados generó que el precio de muchos rubros tenga un rebote muy fuerte, lo cual es un efecto base no repetible.

La reapertura económica de muchos estados generó que el precio de muchos rubros tenga un rebote muy fuerte, lo cual es un efecto base no repetible.

Columna de opinión publicada en el diario “El Comercio”