El interés compuesto es una de las herramientas financieras más poderosas para hacer crecer tu dinero con el tiempo. Funciona gracias a un principio simple: los intereses que ganas se suman a tu capital, y en el siguiente periodo, esos nuevos intereses también generan más intereses. Con paciencia y constancia, incluso pequeñas sumas pueden convertirse en grandes cantidades.

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¿Qué es el interés compuesto?

Es el interés que se calcula no solo sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses generados en períodos anteriores.
En otras palabras: los intereses producen nuevos intereses, generando un efecto multiplicador que acelera el crecimiento de tu dinero.

Esto lo diferencia del interés simple, que siempre se calcula sobre el capital original y, por lo tanto, genera la misma cantidad de intereses en cada periodo.

¿Cómo funciona?

En el interés compuesto:

  • El capital inicial aumenta en cada periodo porque se suman los intereses ganados.
  • La tasa de interés se aplica sobre un monto creciente.
  • Los rendimientos se aceleran con el tiempo.

Ejemplo:
Capital inicial: S/ 100
Tasa: 10% anual

  • Año 1: S/ 100 → S/ 110
  • Año 2: S/ 110 → S/ 121
  • Año 3: S/ 121 → S/ 133,10

Cada año ganas más, aunque la tasa sea la misma.

La fórmula del interés compuesto

Cf = Ci (1 + i)n

Donde:

  • Ci = capital inicial
  • i = tasa de interés anual (en decimal)
  • n = número de años

Ejemplo – Solo inversión inicial

  • Capital inicial: S/ 10,000
  • Tasa: 8% anual
  • En 12 años → S/ 25,190
  • En 24 años → S/ 63,510

Tu dinero se multiplica por más de 6 veces sin hacer aportes adicionales.

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Aportaciones periódicas: el verdadero poder

El interés compuesto es aún más potente si haces aportaciones regulares.

Ejemplo – Inversión con aportes mensuales

  • Capital inicial: S/ 10,000
  • Aporte mensual: S/ 300
  • Tasa: 8% anual
  • En 25 años → más de S/ 290,000 acumulados

La constancia hace toda la diferencia: pequeños aportes generan un gran respaldo futuro.

Cuando el interés compuesto juega en tu contra

Este efecto también funciona con las deudas. En un préstamo, los intereses se suman al saldo pendiente y generan nuevos intereses.

Ejemplo:
Préstamo de S/ 1.000 al 3% anual por 2 años:

  • Año 1: S/ 30 de intereses
  • Año 2: S/ 30,90 de intereses
  • Total: S/ 60,90

Por eso, en créditos de largo plazo o con altas tasas, la deuda puede crecer más rápido de lo que pagas.

 

El interés compuesto es un aliado poderoso para invertir, pero un enemigo peligroso en deudas. Usado a tu favor y con disciplina, puede ayudarte a multiplicar tu capital y alcanzar metas financieras a largo plazo. La clave está en empezar cuanto antes, ser constante y reinvertir los rendimientos.