Jaime es un joven que empieza a trabajar, tiene las ganas de ser libre en sus decisiones, en sus gastos y, además, quiere contribuir con su familia. La oportunidad que se le ha presentado es ganar S/.850.00 mensuales. Se encuentra con su amigo del alma, Manuel quien está en la ONP.

Dado que es una compañía formal y respetuosa de la normativa laboral, Jaime ha pasado por la inducción que la empresa le brinda. Al final, le preguntan sobre qué sistema previsional elegirá.

Luego de dos días, se vuelven a encontrar con Manuel, que sigue con la duda de qué sistema es mejor. Jaime piensa que este trabajo es bueno, pero ganar S/.850.00 toda la vida no es su idea, tiene claro que es el inicio de su vida profesional; la idea es ganar más, para estudiar y seguir desarrollándose.

Ni Jaime ni Miguel tienen idea si trabajarán siempre como dependientes o independientes. Tampoco tienen planes de matrimonio, lo que tienen definido es ganar más conforme pasen los años y que, a los 65 años, puedan tener una adecuada calidad de vida.

Jaime, quien ya tomó la decisión por afiliarse, entendió que en la AFP uno mismo genera su ahorro con el 10% de su sueldo. Lo que le explica a Miguel es:

  • Si gano más, aporto más, entonces tendré más ahorro. El 10% es mi ahorro, es mi propiedad.
  • En la ONP no soy dueño de mi fondo, necesito aportar 20 años de trabajo para tener una pensión, mientras que en la AFP estoy cubierto por un seguro desde el primer día.
  • En la ONP existe una pensión máxima, así gane mucho más no podré tener una pensión mayor. En la AFP no hay límite en la pensión, cada uno la construye con su trabajo.
  • En la AFP puedo ahorrar para mi casa, que es el sueño de mi vida.
  • Pero lo mejor de todo es que en la AFP me descuentan menos que la ONP y eso ya me sirve para alguito más.

Finalmente, Miguel decidió afiliarse al SPP incluso habiendo aportado algunos años a la ONP, entendió los beneficios, sobretodo entendió que las personas no deben dejar pasar ni un mes para empezar a ahorrar para su beneficio.