Hace unos meses, Alberto falleció de un infarto al corazón. Fue una verdadera pena, él tenía buena salud. En el velorio, me encontré con su esposa Irma, que preguntaba entre sollozos, ¿qué haría sin él? Ella dependía de Alberto y no sabía que era su beneficiario de AFP, al igual que  su hija.

Me quedé muy preocupada y al pasar unas semanas llamé a Irma; quería ayudarla y aconsejarla para que supiera cómo afrontar su situación económica luego de la partida de Alberto. Tenía que saber si él había aportado a una AFP, porque, de ser así, a ambas les correspondería una pensión.

Al ser beneficiario de AFP, con sus aportes, Alberto cuidó a su familia

Felizmente, Alberto había sido muy cuidadoso, pues aportó de manera regular a una AFP. Sus aportes fueron pagados por las empresas constructoras para las que trabajó. Luego, cuando formó su propio negocio y se independizó, siguió aportando a la AFP. Siempre había sido puntual y por más de 19 años había ahorrado una importante suma.    

La esposa e hija de Alberto tenían derecho a una pensión y, además, podían solicitar la devolución del dinero que gastaron en el velorio y el entierro de Alberto. Al saber eso se aliviaron un poco, pues con el dinero que habían usado para el entierro de Alberto, Irma iba a pagar la matrícula de su hija en un instituto superior.

Como beneficiario de AFP debes conocer los beneficios
Usando el caso de Alberto, Irma y su hija, podrás tener una referencia de cómo funciona:

Las ayudé a solicitar el reembolso de los gastos de sepelio presentando a la AFP los siguientes documentos:

  • Los comprobantes de pago
  • La partida de defunción de Alberto

El trámite no duró más de 15 días; y para entonces, Irma ya tenía su dinero.

Solicitamos la pensión que a ella y a su hija les correspondía; fue muy sencillo, sólo presentamos:

  • La partida de matrimonio de Irma con Alberto
  • La partida de nacimiento de Susan

Cuando fuimos a pedir la pensión, nos informaron que, durante los últimos cuatro años, Alberto había aportado sobre una remuneración de S/3,000. En conclusión, entre ambas obtendrían una pensión de S/1,470.

Asimismo, nos informaron que, cuando Susan cumpla 18 años, seguirá recibiendo la pensión que le corresponde: siempre que siga sus estudios superiores de manera satisfactoria.

Luego del fallecimiento de Alberto, gracias a que aportó a la AFP, sus beneficiarios ahora cuentan con una pensión y también tienen cobertura del seguro de EsSalud. Como puedes ver, gracias a la cultura previsional del fallecido, una luz iluminó el camino de su esposa e hija.

Si quieres tener más detalles o saber qué hacer si eres beneficiario, puedes leer nuestro artículo
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