Los gobiernos tienen principalmente dos herramientas de política económica: la política monetaria y la fiscal. La primera está relacionada con las acciones que los bancos centrales toman para modificar el nivel de las tasas de interés y la cantidad de dinero en la economía. La segunda implica usar el presupuesto fiscal, ya sea restringiéndolo o expandiéndolo. Ambas deberían ser anti cíclicas, es decir buscan impulsar el crecimiento económico en momentos de bajo crecimiento y restrictivas en épocas de fuerte crecimiento, con el fin de evitar un posible recalentamiento de la economía.

En el contexto actual, en donde las proyecciones de crecimiento de la economía peruana se han venido revisando constantemente a la baja, la política económica está buscando ser expansiva.

Por el lado de la política fiscal, se esperaría un rebote y que esta tenga un impacto relevante para apoyar la recuperación económica en los próximos meses. Sin embargo, hay dos limitantes, una es la dificultad en la implementación de la obra pública y la otra es la caída en la recaudación tributaria, que podría poner en aprietos el presupuesto fiscal.

Por el lado de la política monetaria, el espacio para políticas anticíclicas es un poco más holgado, y esta podría ser un motor más para sostener la demanda interna. Para aplicar una política monetaria expansiva, las dos condiciones que se necesitan es un bajo crecimiento y una baja inflación. Con respecto a lo segundo, el riesgo de aplicar una política monetaria expansiva es que esta podría generar inflación. Sin embargo, en el contexto actual, la continua caída en la inflación, la cual ya por lejos está por debajo del nivel objetivo, le daría el espacio necesario al BCR (Banco Central de Reserva) para seguir aplicando políticas monetarias expansivas, principalmente mediante la reducción de la tasa de interés de referencia.

La última semana el BCR redujo la tasa de referencia fijándola en 3%, luego de cinco bajadas de tasas que comenzaron en mayo del año pasado ante una debilidad de la demanda interna. Esta tendencia de bajadas de tasas debería de continuar en los próximos meses en la medida en que: 1) la demanda interna siga deprimida, 2) la inflación no cambie su tendencia decreciente, 3) La reserva Federal de Estados Unidos no suba sus tasas de manera muy brusca, pues de reducirse el diferencial de tasas de interés entre ambos países, el tipo de cambio sol/dólar podría verse afectado, con una consecuente subida en el dólar.

El impacto de un ciclo bajista de tasas en la economía es el incentivo en el consumo, vía abaratamiento del crédito. Por el lado de los mercados financieros, las bajadas en las tasas de interés representan ganancias en los precios de los bonos. En las últimas semanas, hemos visto ganancias bastante fuertes en los bonos soberanos peruanos, los cuales se beneficiaron, entre otras cosas por expectativas de bajadas de tasas.

Artículo publicado en El Comercio.